Debe su nombre a que literalmente es una ribera del Nalón, y en su territorio se da la circunstancia de que se funden los dos ríos de las cuencas mineras centrales de Asturias: el Caudal se entrega al Nalón en cuerpo y alma en Ribera de Arriba, que combina a la perfección la llanura y la montaña, y ello le permite gozar de un benévolo microclima y de una importante riqueza boscosa en la que abundan los robles y los castaños.