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Parres
En la entrada a los Picos de Europa, donde el Sella serpentea entre montañas y prados, Parres se extiende como un paraíso de naturaleza y tradición. Su capital, Arriondas, es el punto de partida de una de las citas más emblemáticas de Asturias: el Descenso Internacional del Sella, que cada verano convierte estas aguas en un espectáculo de color y emoción. Más allá de la fiesta y la aventura, Parres guarda en sus pueblos el encanto de la arquitectura rural asturiana, con hórreos centenarios, iglesias de piedra y casonas que han resistido el paso del tiempo. Todo en este concejo respira el alma de Asturias: su paisaje imponente, su historia y la hospitalidad de sus gentes.
Muros de Nalón
Entre el mar y el río Nalón, Muros de Nalón se extiende sobre la costa central asturiana, donde los acantilados y las playas de arena dorada dibujan un paisaje de singular belleza. Desde sus miradores, la mirada se pierde en la inmensidad del Cantábrico, testigo de un pasado vinculado al comercio y la navegación. Su villa principal conserva el aire señorial de otro tiempo, con casonas de indianos y antiguas iglesias que evocan el esplendor de épocas pasadas. Pero es en sus sendas costeras, como la Ruta de los Miradores, donde Muros de Nalón desvela su alma más auténtica: un rincón donde el mar, la historia y la tradición conviven en perfecta armonía.
Morcín
Resguardado entre montañas y valles, Morcín se alza como una joya del centro de Asturias, donde la naturaleza y la historia han tejido un paisaje de imponente belleza. En sus tierras, la silueta inconfundible del Monsacro domina el horizonte, una montaña cargada de leyendas y antiguos caminos que han sido testigos del paso de peregrinos y reyes. Esta tierra de pastores y queseros guarda un rico patrimonio donde las iglesias románicas y las casonas de piedra narran siglos de historia. Entre sus tesoros más preciados, el queso Afuega’l Pitu, con su sabor inconfundible, sigue siendo símbolo de una tradición que se mantiene viva. Todo en Morcín nos transporta a una Asturias de raíces profundas, donde la historia, la naturaleza y la gastronomía se entrelazan en un legado de autenticidad y esplendor.
Illas
Entre colinas suaves y valles cubiertos de prados verdes, Illas se esconde como un rincón de calma en el corazón de Asturias. Este pequeño concejo, marcado por su tradición ganadera y agrícola, conserva intacta la esencia de la vida rural, donde el tiempo transcurre con la serenidad propia de los paisajes que lo rodean. Su historia se refleja en las casonas de piedra, los hórreos centenarios y las pequeñas iglesias que salpican el territorio, testigos de generaciones que han vivido en armonía con la tierra. Pero si hay algo que distingue a Illas, es su famosa fuente de aguas mineromedicinales, cuyas propiedades fueron apreciadas desde tiempos antiguos. Todo en este concejo nos lleva a una Asturias auténtica y apacible, donde la naturaleza y la tradición han tejido un legado de belleza y sosiego.
Illano
Se alza en el occidente asturiano como un remanso de paz entre montañas y valles donde la naturaleza sigue dictando el ritmo de la vida. Sus paisajes, moldeados por el curso del río Navia, combinan frondosos bosques y extensos pastizales que han sido el sustento de generaciones. Este concejo, de arraigada tradición ganadera y agrícola, conserva el carácter sereno de la Asturias más auténtica. En sus aldeas, las casonas de piedra y los hórreos centenarios resisten el paso del tiempo, mientras las pequeñas iglesias rurales guardan historias de una fe discreta pero profunda. Illano es un refugio donde la historia y el entorno natural se entrelazan, ofreciendo un legado de belleza intacta. Esta noble tierra, marcada por una historia de tradición ganadera y agrícola, conserva en sus aldeas el encanto de la Asturias más serena. Sus casonas de piedra, sus hórreos centenarios y sus pequeñas iglesias evocan un pasado en el que la vida transcurría al ritmo de la tierra y las estaciones. En Illano, el tiempo parece detenerse, ofreciendo a quien lo visita un refugio de paz y autenticidad, donde cada sendero y cada mirador nos conducen a un esplendor natural intacto.
Gozón
Sobre la costa asturiana, donde los acantilados se precipitan hacia el Cantábrico y los verdes prados parecen perderse en el horizonte, Gozón se alza como un bastión de historia y tradición marinera. Su territorio, marcado por la silueta imponente del Cabo Peñas, el punto más septentrional de Asturias, ha sido testigo del ir y venir de marineros, fareros y navegantes que encontraron en sus aguas refugio y sustento. Luanco, su villa más emblemática, luce con orgullo un patrimonio en el que conviven la arquitectura marinera, la religiosa y la civil. Iglesias centenarias, casas de indianos y antiguas casonas pesqueras salpican sus calles, mientras el puerto recuerda su estrecha relación con la pesca y la industria naval. Todo en Gozón nos remite a un pasado de esplendor vinculado al mar, donde la tradición sigue viva y el paisaje costero es testigo eterno de su grandeza.

Otras recomendaciones

Villanueva de Oscos
En el corazón de la comarca de los Oscos, donde los valles se cubren de bosques y la niebla envuelve las aldeas al amanecer, Villanueva de Oscos guarda en sus tierras la memoria de un pasado monástico y artesanal. Su historia está marcada por el monasterio de Santa María, que en otro tiempo fue centro de espiritualidad y poder en el occidente asturiano. Hoy, este concejo sigue respirando la esencia de la Asturias rural, con pueblos de piedra y tejados de pizarra que han resistido el paso de los siglos. En sus montes, el murmullo de los arroyos y el canto de los pájaros nos recuerdan que en Villanueva de Oscos, el tiempo se mide con la calma de la naturaleza