Degaña, perteneciente al concejo del mismo nombre, se alza entre imponentes montañas y frondosos bosques, dibujando un paisaje donde la naturaleza y la historia han dejado su huella imborrable. Enclavado en el suroccidente asturiano, este concejo marca la frontera entre Asturias y León, un territorio donde los valles profundos y los hayedos centenarios enmarcan la vida de sus gentes. Esta noble tierra, ligada durante siglos a la minería y la ganadería, conserva en sus aldeas el testimonio de un pasado de esfuerzo y tradición. Sus iglesias de piedra, sus hórreos y casonas, junto con la Reserva Natural de Muniellos, conforman un patrimonio en el que la arquitectura popular y el esplendor natural se dan la mano. Todo en Degaña nos conduce a una Asturias auténtica y salvaje, donde el tiempo parece detenerse y la memoria de generaciones sigue viva en cada sendero y cada valle.
Carreño, con su mirada al mar Cantábrico y su alma marinera, es un rincón donde la tradición pesquera y la historia industrial de Asturias se funden en un paisaje de contrastes. Su capital, Candás, con su puerto acogedor y su paseo marítimo, ha sido durante siglos refugio de pescadores y faro de cultura en la costa central asturiana. Este concejo, donde el verde de los prados se encuentra con el azul del mar, guarda tesoros patrimoniales como la iglesia de San Félix o la ermita de San Antonio, enclavada en un promontorio con vistas privilegiadas al Cantábrico. En sus aldeas, los hórreos y paneras conviven con las casonas indianas que recuerdan un pasado de emigración y prosperidad. Carreño es también tierra de sabores, donde la marañuela y la sidra son protagonistas de una identidad que sigue viva en sus gentes y sus calles.
Enclave de serenos paisajes y aldeas con encanto, se esconde entre suaves colinas y bosques frondosos, en el corazón de la Asturias más rural y auténtica. Este concejo, cuna de la tradición y la artesanía, atesora entre sus caminos la esencia de la vida tranquila, donde el sonido del viento entre los castaños y robles acompaña cada rincón. Sus pueblos, de hórreos centenarios y casas de piedra con tejados de pizarra, narran la historia de generaciones dedicadas a la tierra y la ganadería. Cabranes es también tierra de sidra y gastronomía, famosa por su exquisito arroz con leche, el más celebrado de Asturias. Un lugar donde la naturaleza, la historia y el buen hacer conviven en perfecta armonía.
Joya oculta en el corazón de los Picos de Europa, se despliega en un paisaje de ensueño donde la naturaleza es la protagonista indiscutible. Este concejo, bañado por el río Sella y salpicado de bosques centenarios, es un santuario para quienes buscan el alma más pura de Asturias. Sus aldeas de piedra, encaramadas en laderas y valles, guardan la esencia de una tradición ganadera y pastoril que se entrelaza con la majestuosidad de su entorno. Amieva es también una puerta de entrada a la historia, con vestigios de antiguas calzadas romanas y caminos que han visto el paso de generaciones. Un destino donde el tiempo parece detenerse y la belleza natural se convierte en legado
Famoso por tener unas de las más espectaculares cascadas de Asturias, las de Oneta, a la que se llega después de un buen trecho de camino que da para una asequible y entretenida ruta, Villayón es un concejo jalonado de montañas y valles, y cuya orografía hidrológica está marcada por los ríos Polea y Navia, siendo éste último su frontera natural con los municipios vecinos.
Población:
Entre 1.000-5.000habitantes
El significado de su nombre está vinculado al concepto de fertilidad, y lo cierto es que este municipio hace honor a la etimología de su denominación. Tierra fértil, regada por la mayor ría de Asturias, Villaviciosa es espacio de pumaradas, algo que celebra cada dos años a través de su Festival de la Manzana, declarado fiesta de interés turístico regional. Además es un espacio de huerta sabrosa, de buenes fabes\', de sidra rica y de calidad, y si de la mar se trata, en su histórico puerto de Tazones - en el que desembarcó Carlos V cuando pisó suelo español por vez primera se degustan los mariscos y pescados mas top\' del Cantábrico, en un ambiente de puerto pesquero con sus casas colgadas\' sobre el mar que le dan un aire romántico y recóndito.
Población:
Entre 10.000 - 15.000habitantes
Otras recomendaciones
En el corazón de la comarca de los Oscos, donde los valles se cubren de bosques y la niebla envuelve las aldeas al amanecer, Villanueva de Oscos guarda en sus tierras la memoria de un pasado monástico y artesanal. Su historia está marcada por el monasterio de Santa María, que en otro tiempo fue centro de espiritualidad y poder en el occidente asturiano. Hoy, este concejo sigue respirando la esencia de la Asturias rural, con pueblos de piedra y tejados de pizarra que han resistido el paso de los siglos. En sus montes, el murmullo de los arroyos y el canto de los pájaros nos recuerdan que en Villanueva de Oscos, el tiempo se mide con la calma de la naturaleza